Entre el dolor y el estrés existe una estrecha relación, en la que coexisten y frecuentemente uno es causa del otro, pues son parte de un ciclo en el que el estrés puede llevar a un aumento del dolor y un aumento del dolor puede llevar a más estrés.

Es por esta razón que manejar el estrés es una de las mejores formas de prevenir el dolor, por lo que acá te explicaremos cómo puedes hacerlo.

Identifica y reduce las fuentes de estrés

El primer paso es identificar las principales fuentes de estrés en tu vida cotidiana. Revisa cuáles de tus actividades diarias te generan más tensión, y empieza a realizar cambios paulatinos para solucionarlo. Una vez que hayas identificado tus desencadenantes de estrés, crea estrategias para lidiar con ellos, identifica qué puedes controlar y qué no. Por ejemplo, si el estrés no te permite dormir de noche, quizás la solución sea sacar el televisor o el computador del dormitorio y permitir que tu mente se relaje antes de dormir.

En relación con el trabajo y las labores diarias, es importante ser consciente de las propias limitaciones y no asumir responsabilidades que no estás seguro de poder cumplir. Una estrategia puede ser establecer un criterio de prioridades a la hora de enfrentar las obligaciones y los desafíos, de esta manera evitas sobrecargas de estrés y de dolor.

Al enfrentar las dificultades diarias que te generan estrés, no pienses que debes resolverlo solo. Busca apoyo en tu familia y amigos, ya sea que necesites alguien que te escuche, que te ayude a resolver problemas o facilitarte las situaciones. Administra tu tiempo y priorizar tus tareas es necesario. De ser posible, organiza tu agenda en función de tu tiempo y energía, para definir los compromisos más importantes y rechazar los que no sean importantes.

Adopta un estilo de vida
saludable

Tener un estilo de vida saludable es una gran estrategia para manejar el estrés y evitar el dolor.
Tu alimentación y actividad física definen en buena medida cómo tu cuerpo gestiona las situaciones estresantes,
por lo que es necesario adoptar un estilo de vida saludable.

Una dieta equilibrada no solo ayuda a mantener los niveles correctos de energía, sino que también combate
estados mentales negativos como el estrés. Investigaciones han identificado que los patrones alimentarios no
saludables, están relacionados con la presencia de ansiedad, estrés y depresión, igualmente el consumo
excesivo de dulces y el bajo consumo de lácteos se asociaron con una mayor prevalencia de alteraciones
psicológicas y del sueño.

En cuanto a la actividad física, cualquier forma de ejercicio, desde los aeróbicos hasta el yoga, pueden actuar
como un alivio para el estrés. Incluso si no eres un atleta o estás fuera de forma, el ejercicio puede ser un buen
alivio para el estrés, pues la actividad física ayuda a aumentar la producción de endorfinas,
los neurotransmisores que nos hacen sentir bien.

Aplica técnicas de relajación y gestión del estrés

Existen muchas maneras de manejar el estrés en la vida cotidiana. Ocuparse no solo de lo que lo causa, sino también de cómo eliminarlo es algo que debemos conocer, con el fin de evitar el dolor por estrés. Técnicas de relajación como la respiración profunda y la meditación pueden ayudar a que el cuerpo y la mente dejen de lado las tensiones y se centren en el bienestar.

La respiración profunda ayuda a reducir los niveles de estrés al bajar la frecuencia cardíaca y permitir entrada de más oxígeno a la sangre. Además, algunos ejercicios de respiración profunda están vinculados con un aumento en las endorfinas, los neurotransmisores encargados de hacernos sentir bienestar y felicidad. La meditación también ha demostrado ser útil para afecciones como el estrés, la ansiedad, el dolor, la depresión y el insomnio. También puede mejorar la atención, aliviar el agotamiento laboral y mejorar el sueño.

Cuida tu salud emocional

Ocuparse de la salud emocional es importante también para manejar el estrés, por
tanto, para hacerlo y mejorar tu bienestar emocional puedes:

• Conocer más sobre la inteligencia emocional y cómo aplicarla en tu día a día.

• Practicar las actividades que más disfrutes y que te generen bienestar y relajación.

• Establece metas realistas en tu vida, teniendo en cuenta la importancia del presente.

• Mejorar y cultivar las relaciones positivas en tu vida.

El dolor causado por el estrés puede ser manejado identificando las fuentes que te generan tensiones y realizando actividades que te generan bienestar en tu mente y en tu cuerpo. Lo más importante es enfocarte en encontrar el equilibrio entre las áreas de tu vida, lograr que el estrés no sea una de las causas de dolor en tu cuerpo.